El Reino Unido ha revelado los detalles de una nueva ley que prohíbe que los solicitantes de asilo lleguen en pequeñas embarcaciones a través del Canal de la Mancha. Según algunas organizaciones benéficas, la propuesta podría ser impracticable y criminalizaría los esfuerzos de miles de auténticos refugiados.

El primer ministro Rishi Sunak ha hecho de detener las llegadas de barcos una de sus cinco prioridades clave después de que el número de inmigrantes se disparó a más de 45.000 el año pasado, un aumento de 500% en los últimos dos años.

La nueva legislación impedirá que los solicitantes de asilo que lleguen por esta vía soliciten asilo y los deportará a su país de origen o a los llamados terceros países seguros.

La agencia de la ONU para los refugiados dijo que estaba "profundamente preocupada" por las propuestas, que negarían el derecho de asilo "por genuinos y convincentes que sean" los casos individuales.

El gobierno dijo que el proyecto de ley podría no ser compatible con las obligaciones de Gran Bretaña en virtud de la Convención Europea de Derechos Humanos, lo que significa que podría enfrentar desafíos legales si se convierte en ley.

Sunak dijo que haría “lo que sea necesario” para detener a los boteros y que estaba dispuesto a enfrentar cualquier desafío legal. “Estamos preparados para luchar, no estaría aquí si no lo estuviéramos, pero confiamos en que ganaremos”, dijo el primer ministro británico.

La legislación permitirá que los inmigrantes sean detenidos sin derecho a fianza hasta que puedan ser expulsados, dijo la ministra del Interior Suella Braverman, y aquellos que ingresen ilegalmente a Gran Bretaña ya no podrán usar las leyes contra la esclavitud para tratar de bloquear la expulsión.