La economía británica entró en una recesión superficial el año pasado, según confirmaron cifras oficiales, lo que dejó al primer ministro Rishi Sunak ante el desafío de asegurar a los votantes que la economía está segura antes de las elecciones previstas para finales de año. El producto interno bruto se contrajo 0,1% en el tercer trimestre y 0,3% en el cuarto trimestre.