La satisfacción del pueblo británico con el Servicio Nacional de Salud, de propiedad estatal, cayó a un mínimo histórico en 2023, lo que demuestra el desafío que plantea para el gobierno de cara a las elecciones de este año. La encuesta británica de Actitudes Sociales encontró que 24% de los encuestados estaban satisfechos con el servicio en 2023, el nivel más bajo registrado desde que se preguntó a los encuestados por primera vez en 1983.