México recibió al personal de la embajada de Ecuador

México dio la bienvenida al regreso del personal de su embajada en Ecuador el domingo, dos días después de que la policía allanó las instalaciones en un acto que desencadenó una abrupta ruptura diplomática y provocó conmociones globales.

La policía y los soldados ecuatorianos irrumpieron en la embajada de México en Quito el viernes por la noche para arrestar al ex vicepresidente Jorge Glas, quien durante meses se había refugiado allí después de que funcionarios mexicanos le ofrecieran asilo formal ese mismo día. Ecuador argumentó que era ilegal conceder asilo a Glas, quien había sido condenado dos veces por cargos de corrupción.

Glas, que tenía una orden de arresto preventivo por otro caso de corrupción, estaba refugiado en la embajada en Quito desde que solicitó asilo político en diciembre.

En el principal aeropuerto de la capital mexicana, la canciller Alicia Bárcena agradeció la solidaridad mostrada hacia México por 18 gobiernos latinoamericanos, más 10 naciones europeas, más Estados Unidos y Canadá.

Mientras daba la bienvenida a los miembros del personal de la embajada que fueron trasladados en avión de regreso a México, Bárcena arremetió contra la “agresión física” de Ecuador contra la embajada. También reiteró sus planes de buscar un mayor reproche internacional al gobierno del presidente Daniel Noboa por el incidente.

La embajadora de México en Ecuador, Raquel Serur, apoyó a Bárcena y dijo que “Noboa cometió un error al tomar una decisión que no sólo rompió con todos los convenios internacionales establecidos, sino que además demostró desconocimiento de la realidad de su país”.

La policía ecuatoriana arrestó a Glas, quien fue vicepresidente durante el gobierno del ex presidente izquierdista Rafael Correa, por cargos de corrupción en curso.

La semana pasada, el gobierno de Noboa declaró a Serur persona non grata debido a lo que llamó comentarios “desafortunados” del presidente mexicano, quien intervino en la carrera presidencial del año pasado en Ecuador al afirmar que la manipulación de los medios tras el asesinato de un candidato llevó a la derrota de su compañero de izquierda.

Paso a paso, cómo surgió el conflicto diplomático entre México y Ecuador

El avance de Quito sobre la embajada del país en su territorio y la posterior detención del exvicepresidente, condenado por la justicia, elevaron las tensiones entre las partes y provocaron la ruptura de relaciones diplomáticas.

La tensión entre México y Ecuador ha ido en aumento en los últimos días, luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador emitiera unas “desafortunadas declaraciones” en las que cuestionó el resultado de las elecciones que dieron la victoria a Daniel Noboa. Este capítulo se suma al iniciado en diciembre pasado, cuando la Embajada de México en Quito recibió y otorgó asilo político al exvicepresidente Jorge Glas, condenado por la justicia local en casos de corrupción.

Sin embargo, todo llegó a un punto crítico el viernes cuando la policía, bajo órdenes de Noboa, irrumpió en la sede diplomática y arrestó a Glas alegando que “contravenía claramente el principio fundamental de no intervención en los asuntos internos de otros Estados” y que había riesgo de fuga.

Esta acción, que muchas organizaciones advirtieron fue un ataque al principio de inviolabilidad del que disfrutan las sedes diplomáticas, llevó al gobierno de Andrés Manuel López Obrador a terminar rompiendo relaciones diplomáticas y ordenando la salida de todos sus funcionarios del país.

¿Por qué Ecuador decidió ingresar a la Embajada de México en Quito?

A última hora del viernes, policías fuertemente armados y con pasamontañas allanaron la embajada de México y arrestaron a Glas, el ex vicepresidente de Ecuador, buscado por cargos de corrupción.

Ecuador, que a principios de marzo había pedido permiso a México para entrar a la embajada y arrestar a Glas, argumentó que la reciente decisión de asilo era ilegal porque el derecho internacional establece que a las personas condenadas no se les debe conceder asilo.

A este repentino anuncio se le sumaron los comentarios de López Obrador el pasado miércoles, en los que dijo que “de una manera muy extraña, hubo elecciones en Ecuador” y “un candidato que habla mal del candidato que está arriba de repente es asesinado, el candidato el que estaba arriba cae y el que estaba segundo sube”, en alusión a Villavicencio y Luisa González, y sugiriendo que el crimen de la primera perjudicó a la segunda.

Noboa, enfurecido por estos comentarios, respondió declarando persona non grata al embajador de México en su país y, finalmente, ordenando a la policía que actuara contra la sede diplomática.

¿Quién es Jorge Glas y de qué se le acusa?

Glas se desempeñó como vicepresidente durante el gobierno de Rafael Correa -entre 2013 y 2017- y fue condenado dos veces por casos de corrupción. Además, ahora enfrenta nuevos cargos por malversación de recursos públicos en el marco de la reconstrucción de la provincia costera de Manabí, tras el terremoto de 2016.

Su primera condena se produjo a finales de 2017, cuando un tribunal lo declaró culpable de aceptar sobornos de la constructora brasileña Odebrecht a cambio de entregar contratos estatales. Fue sentenciado a seis años de prisión.

Posteriormente, en 2020, fue condenado nuevamente por utilizar dinero de contratistas para financiar campañas del movimiento político de Correa, por lo que recibió una condena de ocho años. Correa, que reside en Bélgica desde que dejó el cargo, también fue condenado en estas investigaciones.

Ambos políticos han alegado repetidamente que estos cargos penales tienen motivaciones políticas, aunque los fiscales han negado estas acusaciones.

En 2022, poco más de cuatro años después de su encarcelamiento, Glas fue liberado pero fue encarcelado nuevamente ese mismo año después de que un tribunal ignoró la solicitud de sus abogados de que cumpliera sus sentencias al mismo tiempo y se beneficiara de la libertad condicional, dictaminando que necesitaba cumplir el resto de su condena. oraciones.

Luego de varias idas y venidas, el exfuncionario de 54 años fue nuevamente liberado en noviembre de 2022, pero la apertura de la nueva investigación en su contra y la denegación de la prelibertad solicitada por su defensa, lo dejaron acorralado y lo llevaron a tomar Refugiarse en la sede diplomática para evitar regresar a prisión.

¿Cómo reaccionó la región ante su arresto?

Gobiernos de todo el espectro político de América Latina criticaron la decisión de Noboa, desde los izquierdistas de Brasil y Colombia hasta incluso gobiernos de derecha como Argentina y Uruguay.

El gobierno de Brasil condenó la medida de Ecuador como una “clara violación” de las normas internacionales que prohíben tal ataque a una embajada extranjera, mientras que Argentina pidió “la plena observancia de las disposiciones” de la Convención sobre Asilo Diplomático de 1952, “así como de las obligaciones derivadas de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas”.

Paraguay también dijo que seguía los recientes acontecimientos con “profunda preocupación” y llamó a “la reflexión de las partes sobre el respeto y respeto irrestricto del derecho internacional”, y Perú “rechazó cualquier transgresión de las normas (…) que garantizan los procedimientos de buena convivencia entre estados”.

Mientras tanto, el presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, lamentó las alteraciones en las “relaciones entre dos naciones hermanas, así como el respeto a las normas fundamentales del derecho internacional” y Colombia “solicitó formalmente a Honduras, que ostenta la presidencia pro tempore de la Celac, convocar una reunión extraordinaria para abordar este grave asunto”.

La OEA, por su parte, se sumó a la iniciativa y, además de instar al “diálogo” entre las naciones, anunció que convocaría a una reunión de emergencia de su Consejo Permanente.

¿Cómo continuará esta disputa?

La Cancillería mexicana ya anunció que presentará una denuncia ante la Corte Internacional de Justicia de Naciones Unidas por las violaciones contra su sede, mientras Gustavo Petro agregó que recurrirá para la protección de Glas ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos , alegando que se violó su derecho de asilo.

Presidente de Ecuador está dispuesto a resolver diferencias con México

El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, compartió un comunicado en sus redes sociales en el que toma posición tras el asalto armado a la embajada de México en Ecuador. En el documento asegura que está dispuesto a resolver diferencias con México, pero también destacó que su administración no podía permitir que se les diera asilo a delincuentes.

“No podíamos permitir que se concediera asilo a delincuentes condenados involucrados en delitos muy graves”, dice el comunicado, en el que el presidente ecuatoriano también destacó que existía un riesgo inminente de fuga por parte del exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas.

Noboa abrió su mensaje señalando que los últimos días han sido una “situación compleja y sin precedentes”, lo que le ha llevado a tomar decisiones para garantizar que delincuentes o “narcoterroristas” no queden impunes. Aunque el mandatario sudamericano aseguró que está dispuesto a resolver las diferencias con México, también señaló que “la justicia no es negociable”.

En su reciente mensaje, el presidente ecuatoriano también citó el Acuerdo de Caracas, la Convención de Montevideo y la Convención de Viena, cuyo artículo 41 establece: “Sin perjuicio de sus privilegios e inmunidades, todas las personas que gocen de tales privilegios e inmunidades deberán respetar las leyes y reglamentos del Estado receptor. También están obligados a no interferir en los asuntos internos de ese Estado”.

De igual forma, Noboa señaló que algunos políticos ecuatorianos han llamado a México a declarar la guerra a la nación sudamericana, así como sanciones económicas internacionales.

Jorge Glas tiene el alta médica y ha vuelto a prisión

El exvicepresidente de Ecuador Jorge Glas regresó al penal de máxima seguridad “La Roca”, luego de haber pasado un día bajo observación médica en el Hospital Naval de Guayaquil debido a una descompensación en su salud. 

Según la versión del Servicio de Personas Privadas de Libertad, Glas no quería comer desde que fue encarcelado el sábado, luego de que la policía ecuatoriana allanó la Embajada de México y lo capturó. El mediodía de este martes, el exvicepresidente presentó “parámetros de salud aceptables y dentro del rango de normalidad, para recibir el alta médica correspondiente”, señala el documento. 

Un informe policial sobre la emergencia en la celda donde se encuentra Glas, así como su equipo de abogados, ofrecieron otra versión: Glas ingirió, según estas fuentes, “medicamentos ansiolíticos, antidepresivos y sedantes que estaban autorizados e ingresados en el CPL No. 3 desde su traslado desde la ciudad de Quito”. Los funcionarios de prisión lo encontraron inmóvil en su celda. Fue trasladado inmediatamente a un hospital cercano y, tras ser examinado, trasladado de nuevo a un hospital naval.

Su estado de salud era motivo de preocupación. Rafael Correa denunció que Glas había sido maltratado durante su detención y posterior traslado a prisión. En conferencia de prensa en el Parlamento Europeo, el expresidente llamó a la comunidad internacional a ejercer “la presión política y judicial necesaria” para lograr que el presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, otorgue un salvoconducto que permita a Glas salir del país.

El eurodiputado español de Izquierda Unida, Manu Pineda, ha anunciado que pedirá al Servicio Europeo de Acción Exterior que visite Glas. “Tememos por su vida, tenemos miedo de que se suiciden, por así decirlo. Los abogados de Glas, por su parte, no se han quedado de brazos cruzados. El lunes presentaron una petición de habeas corpus argumentando que el allanamiento a la embajada fue ilegal y que su cliente era un solicitante de asilo diplomático. Pero el gobierno ecuatoriano no da señales de dar marcha atrás en su decisión e insiste en que no es un preso político, sino un “criminal convicto, involucrado en delitos muy graves”, y argumenta que había un riesgo inminente de fuga.

Glas se encontraba refugiado en la embajada de México desde mediados de diciembre, cuando un fiscal lo citó a declarar por malversación de fondos en su contra, y mientras avanzaba el proceso, un juez ordenó su prisión preventiva. Este es el tercer caso de corrupción que enfrenta. Por uno de los dos anteriores cumplió cinco años de prisión. Glas, al igual que Correa, asilado en Bélgica, se considera un perseguido político que sufre el lawfare, el uso del sistema de justicia para acosar a los opositores. 

México decidió hace una semana otorgarle al exvicepresidente el estatus de refugiado político, lo que desató el enojo del gobierno ecuatoriano. Noboa debía emitir un salvoconducto que le permitiera volar a la Ciudad de México, pero en lugar de eso ordenó el asalto a la embajada, un acto del que apenas hay precedentes.

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